¿Qué perfil debe tener un capacitador?
¿Necesitas que se imparta capacitación en tu empresa? Entonces seguramente te preocupa elegir un buen capacitador, el servicio es una inversión muy valiosa y no te gustaría sentir que has desperdiciado tu dinero, así que ¿qué perfil debe tener un buen capacitador?
A continuación te presentamos algunas características que debe cumplir la persona que imparta capacitación a tus empleados:
- Relaciones interpersonales: no puede ser una persona tímida, retraída y tampoco llegar al extremo de ser indiscreta, hiriente o sarcástica en sus comentarios; tiene que ser capaz de escuchar activamente a los participantes porque de poco sirve dominar un tema si al momento de explicar no podemos hacerlo de manera sencilla o sin hacer sentir mal a los demás.
- Capacidad de adaptar la información: si bien al momento de impartir una capacitación se utiliza un temario o plan de estudios, es necesario que el capacitador pueda determinar a lo largo del curso aquellos temas en los cuales es necesario invertir más tiempo de aquellos que necesitan menos, de acuerdo al desarrollo del curso incluso podrá improvisar técnicas que haya utilizado anteriormente y le hayan sido de utilidad, compartirá experiencias adecuadas a la ocasión y sabrá atender las necesidades particulares de cada empleado.
- Integridad: gracias a su ética profesional evitará contar casos inventados o tratar de explicar temas que realmente no domina, será capaz de reconocer sus limitantes pero siempre provocará respeto en el grupo gracias a su liderazgo y profesionalidad.
- Orientación a resultados: de poco sirve ser elocuente y preciso en los conocimientos si no se logra trasmitir de manera eficaz esta información a los empleados, los resultados siempre son determinantes.
- Administración del tiempo: debe tener un cronograma de actividades, y ponerlo en práctica. Incluso si surgen imprevistos o haya tenido que invertir más tiempo en reforzar un tema será capaz de terminar a tiempo, basta con elaborar un plan detallado de pasos a seguir que a su vez tenga flexibilidad para afrontar cambios inesperados.
- Tolerancia a la presión, mantener el control emocional frente a un grupo y sus demandas, y ante las cargas de trabajo y las urgencias. Carecer de paciencia o carácter para manejar los imponderables o la tensión propia de la actividad de instruir, no tiene cabida en la labor de enseñar, dado que siempre seremos rehenes de las propias “explosiones de ánimo”, negativas en todos los aspectos.
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TSU Eduardo Perea Arce
Tel. 56 87 36 17
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