Staffing personal

Por fin el reclutador al que has contratado te dice que ha encontrado al candidato idóneo, a aquel que cubrirá adecuadamente el perfil que buscas, ahora te ha pedido que le agendes una entrevista para que lo conozcas mejor, sin duda tienes curiosidad por escuchar sus respuestas sobre cuestiones técnicas y qué metas tiene en la vida, pero, ¿sabías que su lenguaje corporal también te ayudará a conocerlo? A esto se le llama pistas no verbales, ya que el candidato se comunica no solamente con palabras, sino también mediante gestos, la mirada, el tono de voz, etc.

Si bien este artículo no pretende ser una guía infalible para detectar “focos rojos”, sí hay ciertos aspectos que te ayudarán a saber más sobre el candidato, a continuación, te compartimos una breve guía que te puede orientar:

  1. La mirada. Siguiendo los flujos naturales de una conversación, debemos estar alertas con aquellas personas que no pueden mirarnos a los ojos; y tomar en cuenta que una persona extrovertida y segura de sí misma, dirigirá su mirada a los ojos del entrevistador.

 

  1. La voz. Si a una persona se le quiebra la voz frecuentemente durante la entrevista, es muy probable que se trate de alguien inseguro, y que definitivamente, no soporta trabajar bajo presión. El ritmo de la voz también puede revelar importantes mensajes. Por ejemplo, si el ritmo del candidato se acelera cuando preguntamos por qué le gustaría laborar en esta empresa, eso nos habla de que la persona siente entusiasmo ante la posibilidad de trabajar en la organización y tiene claro el por qué.

 

  1. La garganta. Sabemos que pasar saliva es uno de los signos más evidentes de ansiedad, y nerviosismo, pero cuando esto sucede de manera frecuente, suele revelar un aspecto relevante de la personalidad del candidato, pues pone en evidencia su inseguridad y falta de confianza.

 

  1. La postura. En una entrevista de trabajo, es poco común que un individuo caiga en una postura cerrada (brazos cruzados o piernas entrelazadas), al menos de la cintura para arriba, por lo quizá valga la pena echarle un ojo, discretamente, a los pies; si ambos están bien plantados al suelo, se puede hablar de aplomo y seguridad; si están cruzados de nerviosismo e inseguridad.

 

  1. Los movimientos corporales. La falta de ademanes o gestos poco demostrativos hablan de preocupación, duda o angustia, al igual que una comunicación no verbal no natural, cautelosa y lenta. Asimismo, las personas que mienten no se sienten cómodas al reforzar con gestos sus respuestas verbales.

 

Por último, enfatizamos que esta comunicación no verbal no debe tomarse como una guía definitiva, sino como una orientación para tener una idea más clara de la personalidad del candidato, cuando esto va acompañado de un reporte psicométrico, referencias laborales y/o estudio socioeconómico nos será útil para saber en qué funciones o circunstancias puede ser un buen empleado.

 

TSU Eduardo Perea Arce

Recursos Humanos

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